Opinión

El Principal, para Rus

Los gobernantes son dados a legar algún emblema cultural como sello de su pasado por la tierra. Mitterrand los depositaba en el mapa de París con placer y saña. Por aquí, el socialismo de Lerma dejó la Ciudad de las Ciencias, el IVAM y el Palau de la Música. El PP de Zaplana replicó con el Palau de les Arts, la Ciudad del Cine y la Biblioteca Valenciana. Manuel Tarancón se inventó el MuVIM, que es una casa de cultura con aires de grandeza, y Camps y Barberá, que pasan por ser iconos de la «grandeur», resulta que han sido inmunes a la inercia. Hoy Alfonso Rus brinda una nueva fórmula: el rescate del símbolo fracasado. Si la Generalitat no sabe qué hacer con el teatro Principal, aquí está la Diputación para recuperarlo, dice. El Principal vive, desde hace años, una agonía inagotable. La oferta escénica de Valencia se amplió y el teatro menguó, sin encontrar su sitio. ¿Y si prueba Rus? Rus, al fin y al cabo, no tiene «escaparate» cultural, dado que el MuVIM es prescindible. Y el Principal es una joya. Rescátenlo.

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