Opinión

Orbitando por televisión

Está llegando al desenlace el primer traspié del noi de Sampedor en su desafío germano y aprovecho para enviar un mensaje a uno de esos recalcitrantes guardioalistas reconvertido en furibundo antipep: «El titular obvio es ¡Heynckens vuelve ya!». Nada más saludar el derrotado el vencedor, la zetadeefe saca en directo el ex del Bayern aderezando la entrevista con imágenes de los éxitos obtenidos. Para una sola noche no está mal. Dirán ustedes: ¿qué hará viendo una cadena alemana? Es que desde que leí al presidente de la española afirmar que «hemos conseguido una televisión neutral e imprescindible» estoy hastiado de imparcialidad. Prefiero ver lo que dicen sus paisanos de Merkel aunque no entienda ni papa, igual que ocurre con lo que sale del pirulí.

Por cierto, Trinidad Jiménez se ha casado con un cámara de teuveé. Es tanta la afición, que no pueden remediarlo. El que tampoco ha podido remediar que la nueva directora general de la valenciana gane más que Fabra ha sido el Consell, pese a la pretensión de evitar desajustes de este tenor. Y eso que no se sabe si a la tal Rosa Vidal le pagan por poner a la tele en órbita o por lograr que orbite para los restos. Bueno, sí se sabe. Del mismo modo que las palabras del vicepresidente sobre su jefe por una efemérides han causado sensación: «Lo que Alberto Fabra ha conseguido es casi una hazaña; nadie ha hecho más con menos». El secretario general del pesoe extremeño Fernández Vara asegura no ver a Rubalcaba liderando el futuro. Con lo que prometía este hombre. Haciendo análisis tan arriesgados, no es de extrañar que haya quedado para hablar del Barça en el Marca. En fin, a un momento así, sólo falta el tuit de Toni Cantó.

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