La alcaldesa Rita Barberá ha minimizado la supuesta ventaja olímpica de Estambul y Tokio por tener mar y ha subrayado que «Madrid tiene el mar en Valencia a hora y media en AVE», haciendo valer la subsede a la que aspira la capital del Turia para la competición de vela en el puerto que acogió la Copa del América. Eso del mar de Madrid es un avispero. A la mayoría no le gusta ni la expresión ni el concepto, aunque las líneas de AutoRes primero a Valencia y luego a Castelló, Gandia y Cullera indiquen que la comunicación es preferente. Luego está Alicante, que incluso se ha promocionado turísticamente como la playa de Madrid y también mantiene lazos fluidos con el centro, reforzados desde junio con su propio AVE. Aunque para Madrid su verdadero puerto es Barcelona, donde el Gobierno de Rajoy va a pagar los 50 millones del nuevo acceso ferroviario, una ventaja sobre el de Valencia con el sorprendente asentimiento de Isabel Bonig y Rafael Aznar.