El Fondo de Garantía Salarial (FGS, Fogasa) ha abonado en los siete primeros meses del año 824,4 millones de euros en indemnizaciones por despido y salarios como consecuencia de cierres de empresas, concursos de acreedores, insolvencias empresariales, despidos en empresas de menos de 25 trabajadores y salarios diversos en toda España. Los pagos son un 12,58 % inferiores a los realizados en el mismo periodo del año anterior. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social se ha felicitado por dicha reducción. Yo, un poco menos.

Una de las penúltimas reformas laborales redujo los abonos del Fogasa en casi un 33 % ya que del triplo del salario mínimo interprofesional se redujeron los topes de abono al duplo. Y de los cinco meses que se abonaban el pasado año se ha pasado a cuatro. Es cierto que en Valencia la lentitud en la tramitación de los expedientes impide que los cobros de julio hayan afectado a las prestaciones que, por la antigüedad de las solicitudes impide se abonen con el módulo reducido. Sin embargo, en un buen número de las provincias del resto de España ese mes ya recoge los abonos con reducción por lo que el descenso de un 12,58 % en las prestaciones no debe servir para lanzar las campanas al vuelo. De momento.

Un dato adicional sí que puede ser interesante: Cataluña ha recibido 199,9 millones de euros frente a los 88,2 millones de la Comunitat Valenciana. Estamos bastante mejor que ellos. Según el último padrón, Cataluña cuenta con una población de 7.571.000 personas frente a los 5.129.000 de nuestra comunidad, consideradas ambas números redondos. España tiene hoy 47.270.000 habitantes, lo que hace que Cataluña tenga un 16,01 % del total y la Comunitat Valenciana un 10,85%. Con estos datos, y tomando como referencia el padrón, Cataluña debió haber consumido 131,98 millones de euros del Fogasa y nuestra comunidad 89,44 millones en el período que señalamos.

Puede que el refrán «mal de muchos, consuelo de tontos» no nos sirva para aliviar la situación, pero Cataluña ha consumido 68 millones de euros más de los que pudiera corresponderles y la Comunitat Valenciana un 1,2 millones menos de los suyos. El dato es importante. Comenzamos a mejorar y, por el contrario, Cataluña va «de Más a menos».