El director médico de La Fe de Valencia, Javier Palau, debería haber asistido a las sesiones de la escuela de verano del PP hace doce, cuando Zaplana y Blasco gestaban el monstruo sanitario que ha costado cerca de 500 millones de euros. Entonces podría haber dicho, como hizo ayer, delante de los que mandaban, que a los pacientes hay que enseñarles autocuidados para evitar que acudan al hospital, porque ahí gastan. Podría haber aconsejado sobre la factura farmacéutica, ya que en su opinión el 70 % de las medicinas no sirve para nada, y podía haber orientado sobre la compra de aparatos de alta tecnología, ya que considera que si son muy caros puede que no valgan la pena. Seguro que tiene razón en todo, pero si es así dirige un servicio equivocado. Si los centros de salud cierran a las 15 horas, la gente va al hospital, aunque gaste; y si la privada no compra aparatos caros porque no compensan, la pública ha de tenerlos como garantía. La sanidad, aunque sostenible, ha de seguir siendo sanidad, no un apunte contable.