Puede parecer que nada cambia, pero todo se transforma, a veces incluso para bien. Los más jóvenes del lugar no pueden imaginarse el tono derrotista, el aroma de catástrofe inevitable, el peso como de fatalidad irresistible que tenían los discursos oficiales (también en los periódicos) sobre el futuro de l´Albufera, hace unas décadas. Sólo se cantaban elegías, ni una égloga, dando por segura la conversión del paraje en una balsa de lodos tóxicos. Bastó una decisión política „la creación del Parque Natural„ para inducir un cambio radical de rumbo.

La Universitat de València prepara un libro sobre l´Horta, en el que tengo el honor de participar en compañía de otros, al objeto de agitar un asunto estancado, de enriquecer un debate, de provocar el cambio de objetivos. El libro, pese a la diversidad de miradas o gracias a ella, no podrá hacer otra cosa que confirmar el diagnóstico: quien tiene que hacer el primer gesto con la huerta es quien tiene el poder de hacerlo, ese que, hasta ahora, se obstinó en mantener una política de pork barrel „adjudicación de obras públicas de dudosa utilidad, a menudo duplicadas o triplicadas, fijación obsesiva con el ladrillo, pelotazos inmobiliarios„ una política abandonada hace décadas en todo lugar civilizado.

Un poco por casualidad „porque se agotó el impulso de enterrar bajo el cemento todo espacio disponible„ se salvaron, al norte de la comarca, espacios dilatados de huerta visualmente continua. Un tesoro, una oportunidad única para cualquiera que tenga ojos en la cara y jugos en el encéfalo. El hecho de que exista una altísima presión humana sobre este territorio, l´Horta, no puede ser excusa para las tropelías, sino un subrayado de su inmenso valor para muchos. Un valor a preservar con los agricultores y no contra ellos; con prevenciones, pero también con medidas positivas: es escandaloso que no exista, aún, una etiqueta para individualizar el producto próximo, el de nuestra huerta, que tengamos los índices más bajos de distribución de productos ecológicos cuando somos, en Europa, quienes los producimos en mayor cantidad.