Para el análisis de los récords térmicos empecemos con el calor, con la media mensual más alta. Sin duda, el dato más abrumador es el de la distribución decadal, destacando los años del siglo XXI. 41 observatorios han marcado su récord medio mensual en el nuevo siglo y sin duda un mes es el protagonista, agosto de 2003, que marcó un máximo histórico en 25 observatorios, casi la mitad del total. Sólo 15 escapan a las dos décadas recientes. ¿Una huella del cambio climático? Podría parecer, si dejamos de lado otro hecho igualmente incuestionable: esas numerosas excepciones y sus características. Granada Base, Gran Canaria Aeropuerto, Soria y Molina de Aragón son los observatorios con su media más alta en los años 90 y son un perfecto resumen: ciudades pequeñas y aeropuertos. En décadas anteriores, tenemos Daroca, Tarifa, Ourense, Ponferrada ó Santander, más los campos de aviación y aeropuertos de Madrid Cuatro Vientos, Tenerife Norte y Salamanca, más Izaña, un observatorios aislado cerca del Teide. Toda una señal del efecto urbano sobre los registros térmicos. Las medias más altas oscilan desde apenas 19´5 grados en Navacerrada hasta los 30´6 de Sevilla y la latitud, la altura y la temperatura marina para los observatorios costeros permiten clasificar los valores. La media de las máximas más alta refleja la influencia del caluroso verano de 2003 con 18 observatorios con su récord ese agosto. Aumentan a 27 los observatorios con hitos anteriores al siglo XXI. Daroca y Zamora incluso remontan ese hito a los años 20. El Cambio Climático aún se diluye más en las máximas absolutas, pues son sólo 16 los observatorios con récord en el nuevo siglo. Un último dato, la máxima absoluta más elevada fue en Sevilla el 23 de julio de 1995 y en Morón el 19 julio de 1967: 46´6 ºC.

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