Son muchos los observadores que se preguntan por las extrañas razones que condicionan la respuesta social a los grandes proyectos de infraestructuras, gestión de residuos y las actividades extractivas como minas, canteras o la búsqueda de petróleo. Leemos que Copenhague, una ciudad nada sospechosa de vivir de espaldas a la sensibilidad medioambiental„ha ganado el Premio Capital Europea de la Comisión Europea por su plan para convertirse, de aquí a 2025, en una ciudad neutra en carbono„, es la sede física estos días de la campaña «El mundo que quieres». Especialistas en planificación urbana de toda la UE se reunen allí para exponer algunas soluciones sostenibles aplicadas en la práctica. Los urbanistas participantes proceden de Alemania, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Lituania, Polonia y el Reino Unido. No hay españoles. Pues bien, así como Madrid intentó mostrar lo mejor de sí misma para obtener las Olimpiadas de 2020„ocultando de paso todo lo «feo» o lo que podía perjudicar a su candidatura, Copenhague ha decidido mostrar a los expertos en primer lugar y como lo mas destacado de su camino sostenible una incineradora de residuos situada en uno de los barrios de la ciudad. El orgullo de la corona „danesa, claro„ es el Amager Resource Centre (ARC), una planta de incineración de residuos que abastece de electricidad y calefacción urbana a la ciudad, y en cuyo tejado se ha instalado, además, una pista de esquí.Muy cerca de allí, en Noruega, siguen perforando en la búsqueda de ese petróleo que nutre las pensiones del país y que ha hecho rico al país sin mermar sus paisajes o su potencial ecológico.Dando por descontado que en Dinamarca y Noruega también hay grupos ecologistas y que nadie gana a «verdes» a sus ciudadanos, cabe preguntarse qué nos hace diferentes también en esto. El famoso NIMBY „ «Not In My Back Yard» (no en mi patio trasero», para rechazar infraestructuras„se inventó en inglés, pero visto lo visto, cualquiera diría que es una transcripción mala„aquí no queremos nada ni en nuestro patio ni en el del vecino„ tomada del catalán, el castellano o del gallego. Que alguien lo explique.