Al desaparecer la radio y televisión de los valencianos desaparece la lengua del pueblo valenciano, las costumbres, las tradiciones, la vertebración de un territorio, en dos palabras todo aquello que nos identifica como pueblo.

Al desaparecer Canal Nou desaparece también esa ventana abierta al mundo que es un canal de televisión propio de los valencianos. Estamos en la antesala de tiempos muy duros y tristes para el deporte valenciano.

¿Qué será de las partidas memorables de pelota valenciana que se disputen en el futuro, como aquella que enfrentó en 1995 a Genovés con Álvaro? ¿Qué será de los homenajes a ilustres deportistas valencianos como el que se rindió a Puchades antes de su muerte? ¿Quién se ocupará de nuestros deportistas con alguna discapacidad, los David Casino, Vicente Arzo y tantos otros, que brillan con luz propia en las paralimpiadas? ¿Qué será de las corregudes de choyes sobre la arena de las playas valencianas, de las competiciones de albuferencs, o de tir i arrosegament? ¿Qué será de los partidos de baloncesto de la Fonteta de San Luis? ¿Qué será de las carreras de motos del circuito de Cheste? ¿Quiénes nos defenderán de las informaciones que desde Madrid quieran lanzarnos sobre nuestros jugadores? ¿Qué será de los 450.000 valencianos que participan en algunas de las más de 1000 carreras a pie que anualmente se celebran en la Comunitat Valenciana? ¿Veremos por nuestro canal autonómico de nuevo el puente de las Artes y las Ciencias el día 17 de noviembre inundado de 12.000 maratonianos y 8000 atletas que correrán el 10K? ¿Quién nos pasará imágenes de los entrenamientos y partidos del Vila-real, Valencia, Levante y Elche? ¿Quién nos mostrará las imágenes del esfuerzo y el espíritu de superación de nuestros gimnastas, judocas, nadadores, atletas, alpinistas, regatistas, patinadores, y otros deportistas ? ¿Quién nos descubrirá las bellas imágenes que los ciclistas nos proporcionan en sus rutas por las montañas valencianas?

Los dirigentes de Canal Nou y los políticos que los pusieron al frente han sido acusados, con sobradas razones, de manipular, despilfarrar, tergiversar, y enriquecerse. Esos dirigentes y esos políticos con sus bienes inmuebles son pues los que deben asumir la responsabilidad de la actual situación y no los trabajadores, hoy abocados al paro y a la miseria.

Ahora nos quedaremos sin imágenes de las Fallas, los Moros y cristianos, las Hogueras de San Juan, las fiestas de la Magdalena, la Virgen de los Desamparados (qué nombre tan evocador), las mascletás, los castillos de fuegos artificiales, la procesión del Corpus, el Nou d´Octubre, y tantas y tantas cosas. ¿Pero qué mal hemos hecho para que el cielo nos castigue de este modo?

Vaya para todos y cada una de las personas honradas que trabajáis en Canal Nou la estima y la solidaridad de miles de valencianos.