El Gobierno portugués ha prohibido por decreto todas las artes de pesca de fondo „excepto el palangre, autorizado bajo determinadas condiciones„ en una superficie de 2.280.000 km2, con el fin de promover la pesca sostenible y la preservación de los ecosistemas marinos profundos. Oceana aplaude esta nueva normativa, que incluye la pesca de arrastre, y pide que se extienda a toda la flota pesquera de la Unión Europea e internacional.

«Portugal ha dado un paso significativo para garantizar que su flota realiza una explotación responsable de los ecosistemas de fondo. Esperamos que esta medida, que afecta a un territorio que abarca casi cuatro veces el tamaño de la Península Ibérica, sea secundada por el resto de países con interés pesquero en esta área», declara Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa. «Además, es necesario que Portugal prohíba el arrastre de fondo y otras artes destructivas en las aguas donde se emplean más, y que emprenda otras medidas de conservación marina».

Por otra parte, con este decreto también se pretende contribuir al registro de información sobre los ecosistemas marinos vulnerables (EMV), ya que establece la recogida obligatoria de una muestra de corales y esponjas, en caso de captura accidental. Estos ecosistemas han sido identificados como singulares y frágiles reservorios de biodiversidad, claves para el refugio, reproducción y alimentación de muchos otros organismos. Aunque algunos alcanzan más de cien años, su crecimiento es extremadamente lento, lo que les hace muy sensibles a los impactos de la pesca y en particular el arrastre.

«La iniciativa de Portugal permitirá proteger valiosos EMV del Atlántico Nordeste, como los formados por arrecifes de coral y agregaciones de esponjas», añade Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana en Europa. «Asimismo, aumentará la información existente sobre ellos, que actualmente es muy limitada y dificulta gestionarlos de manera eficaz».

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