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El sector forestal pierde otra oportunidad

Desde la Plataforma Forestal Valenciana (PFV) ya lo veníamos advirtiendo. En plena fase de definición del Plan de Desarrollo Rural 2014-2020 ya podemos constatar ante la ciudadanía que el Consell se ha desmarcado claramente de las directrices que desde Bruselas y desde Madrid marcan como objetivo favorecer el desarrollo de un sector forestal de futuro que permita generar oportunidades de empleo en los pueblos del interior de la Comunitat Valenciana. La Conselleria de Agricultura trabaja sobre un borrador en el que apenas el 7 % del presupuesto total va dedicado a más de la mitad de nuestro territorio, muy lejos del 30 % que marcan como objetivo las directrices europeas y el marco nacional. Se ha llegado a rechazar hasta la propuesta de la PFV de crear un subprograma temático para el interior de la Comunitat Valenciana, apoyando de una forma decidida la protección de las zonas montañosas, la lucha contra el cambio climático y la generación de empleo para jóvenes en los pueblos de interior. Hasta un 90 % de subvención hubieran aportado los fondos europeos, aliviando así la necesaria cofinanciación con los pingües fondos autonómicos. Este modelo sí se va a aplicar en otras Comunidades Autónomas.

A pesar del consenso alcanzado entre la PFV y la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, la coordinación general en la Conselleria de Agricultura se ha obstinado en volver a perder una oportunidad única para poder incentivar la base del desarrollo sostenible de nuestras zonas forestales. Muy poco podremos hacer los propietarios privados y municipales para mejorar la gestión forestal sostenible de nuestros montes con el principal fin de favorecer la prevención activa ante los grandes incendios forestales. Tampoco podremos avanzar decididamente en una economía verde que permita el arranque del aprovechamiento sostenible y la transformación racional de nuestros recursos agroforestales mediterráneos (bioenergía, madera, corcho, resinas, aceites esenciales de plantas aromáticas y medicinales, miel, pastoreo extensivo, trufas y otros productos alimentarios del monte), generando valor donde actualmente sólo tenemos costes y favoreciendo la creación de nuevas empresas y empleos de calidad, tal como sí están haciendo otras regiones en España y en Europa. Si el Govern de la Generalitat realmente cree en el futuro de los ciudadanos en los pueblos de Castelló, Valencia y Alicante, todavía está a tiempo de revertir esta situación, apostando decididamente y sin complejos por una economía verde que pueda contribuir a la vertebración socioeconómica y medioambiental de nuestro territorio.

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