Hoy es otro de esos días para corroborar que en España se entierra muy bien. El adiós a Cayetana de Alba en Sevilla conseguirá robarle protagonismo a la inminente presidiaria Isabel Pantoja y también que muchos descubran que la aristócrata por antonomasia fue mucho más que un personaje de carnaza para la televisión del corazón. La anciana a la que persiguieron las cámaras de manera indigna en sus últimos años sí tuvo una vida digna del papel couché.
Desde que el anuncio de la lotería ha dado el pistoletazo de salida hacia la Navidad las lágrimas han tomado la pequeña pantalla al asalto, como dice y hace Podemos. María Casado aún no ha entrevistado a Pablo Iglesias, pero su explosión lacrimógena ha sido el momento más visto de «Los desayunos de TVE» en años. Estaría bien que al inicio del programa avisaran con un rótulo los días que participa Curri Valenzuela: «Esta tertulia puede provocar llanto». La tensión entre ella y la presentadora fue tan surrealista que el invitado debió dudar entre salir corriendo o repartir pañuelos.
También estará Toñi Moreno llorando su infortunio por TVE. Su «T con T» acaba a final de mes por falta de audiencia. ¡Con lo feliz que era ella haciendo caridad «Entre todos»! Su magazine de tarde no es criticable pero no ha interesado al respetable. Seguro que ella prefería cuando la criticaban porque la veían. Y si no, que le pregunten a Mariló Montero. ¿Más vale audiencia sin honra?
Ya hemos llorado «Lo imposible» y aún queda un mes y un día para el sorteo de Navidad. Puede ser una condena. Y más si el anuncio del bar de Antonio nos ahuyenta de todos los demás. Porque con esa publicidad entras a tomarte un café y te cuesta, efectivamente, 21 euros.
