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Julio Monreal

La excelencia con seis alumnos

Un aula con solo seis estudiantes de Primaria ha obtenido los mejores resultados de la evaluación diagnóstica en lengua y matemáticas. Un canto a la bajada de la ratio.

A veces, las pruebas que se diseñan para obtener conclusiones válidas sirven para algo. Ha ocurrido con la evaluación diagnóstica que casi cien mil alumnos de Cuarto de Primaria de la Comunitat Valenciana realizaron el pasado mes de mayo para demostrar su preparación en las áreas lingüística y matemática.

Procesadas las conclusiones, resulta que el aula que ha obtenido los mejores resultados, que está en l´Alqueria de la Comtessa, acoge sólo a seis alumnos. Primera cuestión: Cuantos menos estudiantes, mejores resultados, una ecuación que se mantiene desde que los filósofos griegos enseñaban su saber en el ágora. La escuela valenciana, lo mismo la pública que la concertada, elevó de 25 a 30 el número de alumnos por aula en cuanto surgieron los primeros síntomas de la crisis económica y financiera. Para ahorrar, dijeron entonces, en un movimiento que es como el que relaciona a gasolina y petróleo, que siempre suben a la par pero nunca bajan de la mano.

Por si fuera poco, el segundo colegio por nota de evaluación diagnóstica, el Carles Salvador, de Valencia, tiene entre sus peculiaridades que no usa libros de texto, y que los alumnos elaboran los temas con ayuda de tabletas informáticas de forma cooperativa y con el uso de textos de periódicos. Segunda cuestión: Cuanto más se implica el estudiante en la materia didáctica y en su entorno social, mejor es el resultado. Sí que da sorpresas la evaluación diagnóstica, sí. Un número limitado de estudiantes, medios adecuados y métodos pedagógicos eficaces dan como consecuencia una escuela útil y sana.

Las autoridades educativas tendrán que centrar su atención en los últimos de la cola, donde a buen seguro encontrarán exceso de alumnos por aula, maestros desmotivados y padres descontentos. En esos últimos puestos es donde comienza la fuga de cerebros, cuando resulta casi imposible superar los obstáculos de una educación que hace aguas por la base.

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