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Leo que el superventas GTA V se relanza en Playstation 4, Xbox One y PC con mejoras que lo hacen más canalla. Como no tengo edad ni conocimientos para saber lo que es el GTA V ni la Xbox One, me viene justo lo de la Playstation y no estoy seguro de si eso del PC significa lo que yo creo, me tengo que quedar con el mensaje restante: a base de mejoras hay un superventas que se vuelve más canalla.

Me pregunto si no estaremos en realidad ante una interpretación críptica del mundo que nos rodea, ese mismo que le ha dado la vuelta a los valores que hace apenas una generación ponían en su sitio tanto a los biempensantes como a los canallas. La cárcel actual abunda en próceres hasta el punto de que la noticia de la radio más interesante de la madrugada de anteayer decía que la hasta ahora segunda autoridad de la Comunidad de Madrid había ingresado en la prisión que el mismo caballero inauguró hace unos meses. El locutor comentó que le habría convenido más inaugurar una pista de patinaje pero me parece que se equivocaba de forma notoria. Cortar la cinta de un establecimiento penitenciario que es ejemplar a fuerza de moderno, cómodo y acogedor ha terminado por convertirse en algo así como un seguro a todo riesgo. Pero estábamos en lo de canalla, que a simple vista parece lo contrario. No lo es.

La moda en boga sigue de cerca las costumbres carcelarias: tatuajes; agujeros desde la nariz al ombligo por no mencionar otras partes más ocultas del cuerpo; los pantalones caídos, que son algo a lo que lleva el que te quiten el cinturón para prevenir agresiones y suicidios? Reconocer que el lado canalla de las cosas se ha convertido en el espejo mejor para mirarse era simple cuestión de tiempo. Y ese tiempo ha llegado ya.

Está claro que iremos aún a peor. Si se decreta el tercer grado para los presos sin que éstos hayan devuelto ni la menor parte de los apaños que les llevaron a la cárcel, ¿cómo no vamos a convertir en excelencia digna de seguir admirada y seguida la del canallismo más feroz? Lo que sorprende es que esa faceta digamos de lujo de la delincuencia continúe engominándose el pelo como si creyeran que van a convencer a alguien. Sería mucho más apropiado el disfraz de capitán Garfio, el pirata atildado que, por no ocultar, ni siquiera escondía su temor a los caimanes. Hoy los canallas no le tienen miedo a nada; ni siquiera a los jueces que les meten en la cárcel. Saben que estarán allí sólo lo que se dice un suspiro y a otra cosa. Tengo que mirar con más cuidado lo de las mejoras de GTA V, Playstation 4, Xbox One y PC a ver si han llegado a poner en los guiones de los videojuegos ese material carcelario-exquisito. Pero imagino que no. Seguro que no se atreven a incorporar el grado más alto de la verdadera canalla.

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