Pues que bien

A caballo del año que se iba y del nuevo que llegaba se me ocurrió seguir las estadísticas de los accidentes de carretera y resultó que habían vuelto a bajar las víctimas mortales. No era eso lo que daban a entender a mediados de diciembre. La substancia y el zumbido. El cuatro de enero, veo que la tele insiste en lo mismo: el comienzo de año en la carretera es desastroso. El contenido y el bordón. Hay más parque móvil que nunca y este año ha crecido la venta de coches y bajado el precio de la gasolina, pero aún así ha habido algunos muertos menos, pero cuando alguien quiere tocarnos la gaita, poco importa la línea melódica.

El miedo está subvencionado. En Navidad se anunciaban varias divisiones motorizadas para controlar a la ciudadanía (constituida, por lo visto, por pilotos suicidas y dipsómanos compulsivos), y hasta hubo un episodio ferroviario de falso terrorismo que sirve para asustar lo mismo que los auténticos, como sirvió el ántrax „que se fue como vino, entre grandes sigilos„, como fue útil, para el cultivo del canguelo, la bomba sucia de José Padilla, que nunca existió, las armas de destrucción masiva que Sadam no tenía o la fiebre del pollo que mató menos que Belén Esteban en defensa de su hija. O el Estado Islámico que creció en los extensos eriales políticos que dejamos en Irak. O los talibanes que siguen, más frescos y pujantes que nunca, en Afganistán, donde, si no eres un contratista, hemos hecho un mal negocio.

Ahora el coco se llama «chavista» o «bolivariano», aunque, aparte de Venezuela, bolivarianos son, eso dicen, Ecuador, Bolivia, Brasil o Argentina, y no van nada mal, mejor que antes, en todo caso. También asusta mucho la «extrema izquierda radical griega» que, afirman, ha provocado, la bajada de las bolsas: me extrañaría que los portaviones del gran dinero torcieran su rumbo „que es ganar más y más„ asustados por los partisanos del Pindo, aunque siguiendo con la distinción escolástica entre causas y efectos, quizás ocurra al revés, como con los accidentes de tráfico: baja la bolsa para contribuir a que no gane Syriza. Pues que bien.

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