Opinión

Pedro de Silva

No sabemos lo que tenemos

De que la guerra en curso es de religión hay cada vez menos dudas, aunque la religión sea sólo la proyección al plano de lo inefable de intereses humanos muy concretos. La religión cristiana ha acabado por aceptar a regañadientes el humor sobre la divinidad, mientras que otras, como la islámica, todavía no. Es una cuestión central para distinguirlas, pues la aceptación o no del humor es la prueba del nueve de la tolerancia, y esta la prueba del nueve de la civilidad. Nos quejamos a veces de que la religión se meta en nuestras vidas y trate de regular conductas incluso a través de las leyes, pero la verdad es que la que nos ha tocado es envidiable, al menos a la vista de las vecinas. Lo primero que hay que pedirle a un dios es que nos deje hacer chistes con él, y en eso la religión cristiana, en sus variantes, resulta bastante llevadera.

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