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Martí

Conjura de meigas contra Espírito Santo

Incluso contra las meigas debe pelear el Valencia para volver al puesto que le corresponde en la Liga. Los ajos tirados a la hierba de Balaídos por algún empleado celtiña, y el dudoso penalti señalado a la media hora descentraron a los de Nuno. Sin menospreciar la influencia de las fuerzas fantásticas en el sarao balompédico, está demostrado que el trabajo y el esfuerzo dan mejor resultado. Pero anoche el conjunto valencianista salió cansado, pues en Vigo se vio el tercer partido de la semana, aunque nada tuvo que ver con el victorioso del domingo pasado, ni tampoco con el sufrido el miércoles en la ida de Copa ante el Espanyol. Sumó un punto y gracias, lo que demuestra que la plantilla está muy justa, o que el técnico debería de haber tirado mano de las rotaciones. En cualquier caso, la perdida de los dos puntos provocan que el Valencia no se plante con 40 puntos al final de la primera vuelta, esos por los que el entrenador blanquinegro suspiraba y que hubieran sido un gran balón de oxígeno para el tramo definitivo del campeonato.

Las urgencias del Celta provocaron un duelo muy trabado, que obligó a los valencianistas a sacar el mono de faena. Pese a que nadie perdona una victoria al Real Madrid, el triunfo en Balaídos valía un potosí. Hubiera significado seguir por la senda segura de la Champions, y además consolidar un sistema de juego que permitía contar con Alcácer y Negredo, además de ahogar al rival en el centro del campo y aprovechar las bandas. Pero el preparador argentino del Celta, Berizzo, se preparó el duelo a conciencia, igual que Nuno el del Madrid, y aplicó la misma medicina. Lo que significa que el entrenador del Valencia deberá volver a buscar en su libro de sistemas, sobre todo porque la liga se va a poner más intensa a partir de ahora, y no hay rival pequeño. Lo sorprendente, porque tampoco ha existido una clara explicación, es porque dejaron de contar jugadores que podían haber refrescado al equipo en Balaídos. Nuno sabrá, ahora que ha pedido, si es posible, refuerzos por las bandas. El mercado de invierno puede convertirse también en un bumerán, pues incluso a un contrastado Enzo Pérez todavía le faltan minutos para acoplarse a la máquina que debe ser el equipo.

Pocos despistes caben, pues pasado mañana hay otro partido decisivo en Cornellà, y la renta es bastante corta. Enero se puede hacer muy largo si el Espanyol complica la Copa al Valencia. Por si acaso, que algún empleado del club revise antes que el campo está limpio de ajos? y de meigas.

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