Opinión

Enrique Moltó

Entre lo dicho y lo percibido

Se ha vuelto a producir la típica frustración entre lo que se esperaba que pasara y lo que ha acabado pasando en la predicción meteorológica. Esto pasa casi siempre en España cuando se habla de un elemento inusual en una buena parte del territorio, la nieve. Las previsiones meteorológicas hablaban de posibles nevadas generalizadas en una buena parte del país pero lo hacían sobre todo los titulares periodísticos. Siento decirlo pero también la información de AEMET o cómo es traducida esa información contribuye a generar unas expectativas inusitadas. Cuando, al final, hay mucha diferencia entre lo que se creía que iba a pasar y lo que acaba pasando realmente, llueven, nunca mejor dicho, las críticas y las dudas sobre las previsiones meteorológicas. Viendo los espacios dedicados al tiempo en las principales televisiones de España, especialmente los de la 1, el comunicador intentaba hacer comprender la riqueza de matices que un solo día contenía, con la llegada de un primer frente a primera hora de la mañana, una calma a mediodía y un segundo frente al caer la noche. En su expresión oral citaba las distintas cotas de nieve que cada territorio y cada momento del día tenía, así como su coincidencia o no con la precipitación, porque conviene recordar que, si no hay precipitación prevista, lo de la cota de nieve, es una información totalmente innecesaria. Pero claro, esa riqueza de matices queda reducida a un mapa en el que una buena parte de España está llena de símbolos de nieve. La conclusión que obtiene el espectador, debidamente empujado por lo que se dice al principio del telediario y por las numerosas provincias en alerta por nieve (no hay manera de que se les quede claro que AEMET da avisos y no alertas y que el nivel amarillo es en realidad un preaviso) es que un inmenso manto blanco va a cubrir toda España y, cómo no, va a llegar a su pueblo y a su ciudad. En la escala local mi humilde predicción radiofónica advertía de que entre el domingo por la tarde y el lunes llovería en la zona de difusión de la emisora, nevando en las montañas por encima de los 1.000 metros, donde no hay ni un solo núcleo habitado. La previsión se ha cumplido, no obstante, la gente reconocía el lunes por la mañana su decepción por no encontrar nieve en la puerta de su casa, a pesar de que nunca se hubiese dicho algo así.

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