Opinión

Enric Climent

¿España o los españoles?

Desde que comenzó la presente legislatura, teniendo en cuenta que los medios de comunicación social no escatiman ocasión para hablarnos del Gobierno „noticiarios, debates, programas pseudo humorísticos y un largo etcétera„ unas veces críticamente y otras con exaltación y aplauso, hay algo que llama la atención, quizás como simple anécdota, aunque yo prefiero darle un sentido oportunista.

Desde el momento en que Mariano Rajoy asumió la Presidencia del Gobierno, tanto él como sus chicos y chicas en cualquier intervención que se prestara, hablaban de España, siempre de España: la economía de España, la dignidad de España, los valores de España, hasta de la risible Marca España (en un mundo lleno a reventar de marcas más o menos tontas), pero ni por asomo mencionaban a «los españoles», en el más puro estilo años cincuenta, lo que hacía pensar que gobernaban un territorio con un nombre que repetían hasta el aburrimiento, pero sin prestar la menor atención al ganado que por él pululaba. Las numerosas leyes y reformas de leyes aprobadas en ese período de tiempo así nos lo demuestran, no solo a nosotros, también a los de fuera que sin duda se preguntarán qué demonios quiere decir eso de la Marca España con una risita sardónica.

Pues bien, en la intervención del propio Rajoy durante la comida navideña del PP, por primera vez en tres años le oímos mencionar a «los españoles» y ni una sola vez a España. Al menos los mencionó cuatro veces (bien es cierto que suele repetirse mucho cuando habla, pocas ideas y muchas palabras, siempre las mismas), y a partir de ese momento, como si de una consigna se tratara, a Soraya, Floriano, Hernando, incluso hasta a María Dolores, ya no se les caen de la boca «los españoles».

Este cambio en la dialéctica nos dice que estamos en lo que suele llamarse año de elecciones, municipales y autonómicas en cuatro meses y generales en menos de 12 meses. Así que la resurrección del término «los españoles» viene a ser como un toquecito en su barbilla, para recordarles que ellos, el PP, sí se acuerdan de nosotros, aunque solo sea una vez cada cuatro años.

Lo que no es tan gracioso es que continúen contándonos medias verdades en sus cuentos navideños, como por ejemplo con el anuncio de la famosa ayuda de 426 euros durante 6 meses a los trabajadores en paro sin prestación, y presumiendo que continuaran cobrando esta ayuda aunque encuentren trabajo remunerado. Después de estudiar la letra del acuerdo, comprobamos que quienes van a percibir los 426 euros que supuestamente les corresponden a los parados contratados durante esos seis meses van a ser los empresarios contratadores y no los necesitados parados. ¿No creen que ese anuncio triunfalista podría haberse hecho con mayor honradez política, mayormente si el dinero con que se va a satisfacer esa ayuda es de «los españoles»?

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