A vueltas con el frío. Desde 1887, cada 2 de febrero, día de la Candelaria, se celebra en Pennsylvania la tradición de la marmota. Si esa mañana, cuando se obliga a la marmota a salir de su guarida de hibernación, el roedor ve su sombra porque hace sol, se vuelve a esconder en su refugio y esto significa que el invierno va a durar seis semanas más. Si por el contrario, la marmota no ve su sombra, porque está nublado, y no regresa a su madriguera, entonces el invierno se da por finalizado en beneficio de una primavera adelantada. En la actualidad es la marmota Phil en el condado de Punxsutawney la que marca la pauta de este pretendido pronóstico estacional en un ceremonial lúdico-meteorológico organizado por un club de mantenedores de esta costumbre que se remonta a los tiempos de la colonización del este norteamericano y encuentra sus raíces en tradiciones germánicas e irlandesas. Hasta aquí todo bien si se acepta que este ritual tiene poco de científico y como la NOAA ha señalado apenas ha tenido acierto en un 35% de los casos en su más de un siglo de celebración. Pero en Estados Unidos la afición por este ritual y la creencia en sus resultado llega a extremos insólitos, como cuando en 2013 la marmota pronosticó el fin del invierno y un temporal de nieve y frío intenso azotó en el mes de marzo los estados del este americano. Entonces el fiscal del condado de Butler, Ohio, fue tan lejos como para pedir la pena de muerte para la marmota Phil por "tergiversación en el pronóstico del inicio de la primavera". Un bufete de abogados de Pennsylvania salió en defensa de la marmota, alegando que el fiscal de Ohio no tenía jurisdicción para enjuiciarla. Conociendo nuestra afición a importar estos hábitos americanos (Halloween, Black Friday), no pasará mucho tiempo hasta que veamos celebrar este ceremonial de la marmota en nuestro país. Tiempo al tiempo.