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Lenin y las fallas

Estoy muy perplejo por algunos acontecimientos. Y sólo puedo resumirlos telegráficamente.

Los leninistas/chavistas de la coleta vienen a Valencia para informarse del estado de la cultura. Para salir de dudas lo primero que organizan son tres «debates culturales» sobre las fallas, visitan la Ciudad del Artista (fallero) y un casal. ¿Buscan el voto fallero como los demás partidos? Podría ser. Inclusive puede que condecoren a P. I. con el Bunyol d´Or amb Fulles de Llorer.

A su vez, la Universitat de València y el PSPV, colaboran en una «Festa pel Canvi», el 25 de abril, en Alboraia, organizada por Acció Cultural del País Valencia, subvencionada millonariamente por la Generalitat de Catalunya desde los tiempos de Jordi Pujol, honrado prócer de la patria donde los haya.

¿Es normal que la Universitat, entidad pública financiada con los impuestos de todos los ciudadanos, tome partido político para desalojar del gobierno al PP? ¿Hubiera autorizado la misma colaboración el rector Morcillo si se tratara de hostigar al PSPV? No.

En esta «Festa pel Canvi» actuará un horrísono grupo de rap llamado Los Chikos del Maíz. Chicos se escribe con c y no con k. Deberían saberlo el rector y todos los profesores universitarios. Según la prensa que informa de lo que otras no informan, es el «grupo de referencia de la izquierda española», la leninista-estalinista de Billetero, tesorero-depositario de su partido o, si me apuran, el Bárcenas chavista del coletas. En la letra de una de sus canciones-basura se burlan del martirio de Ortega Lara, secuestrado por ETA en 1996. Lo encerraron en un zulo durante 532 días. Perdió 23 kilos y casi se volvió loco: «Ortega Lara no era ningún pacifista, sólo cambió de carcelero a contorsionista». Mayor vileza moral es inconcebible.

Éstos del maíz rapearon en Venezuela (2011) y alabaron «el proceso revolucionario que se desarrolla en la República Bolivariana de Venezuela». Y tanto. El líder de la oposición de esa democracia-trampa está en la cárcel, y el alcalde de Caracas también.

Billetero y su trouppe, profesores universitarios, no escuchan a Mozart, Charlie Parker ni tan siquiera a Ana Belén, sino a los Chikos del Blat. Ya se ha propuesto por uno de los miembros valencianos de sus círculos que adopten como himno revolucionario Paquito el Chocolatero y así imbricarse con los parias de la tierra locales. La letra, ligeramente adaptada al leninismo-estalinismo de P. I. quedaría así en su primera estrofa: «Arriba todo el mundo y a bailar, puño en alto, con Paquito el Chocolatero, eh, eh, eh? /las calles todas del pueblo/se visten por todas partes/ con el aire de la revolución/al golpe de las hoces/al paso de los martillos/gozando de sus banderas rojas/los comunistas chavistas y los cándidos/nos ponemos en posición/de destruir la democracia burguesa».

Y mientras acecha un peligro real contra nuestra democracia, imperfecta, necesitada de una limpieza a fondo, dañada por muchos corruptos (no sólo del PP, también, y sobre todo, del PSOE andaluz y de sindicalistas de UGT y CC OO, verbigracia) precisada de un conjunto de reformas para que no la destruya una pandilla de oportunistas totalitarios secundados por gentes de buena fe, con muchísimos apuros económicos o de mera

subsistencia, mal informadas o simplemente soñadoras (los antiguamente llamados «compañeros de viaje» por el PCE), decía que mientras acecha un peligro real, aquí, en Valencia, hay quien está, desde hace una semana, haciendo chistes e incluso aportando doctos informes lingüísticos sobre la incorreción de la palabra «caloret» de Rita Barberá durante la Crida.

«En verdad, en verdad os digo» (Evangelio de San Mateo 26:13) que os arrepentiréis si votáis a los leninistas del coletas. Al tiempo. Véase Grecia, donde Syriza y el primer ministro, Tsipras, ya se la han envainado, incumpliendo en grado sumo su ilusorio programa electoral y defraudando a sus bienintencionados votantes.

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