No puedo más que manifestar mi estupor y con total seguridad el de muchos miles de valencianos respecto de la aprobación por parte del Partido Popular en Les Corts de la Ley de señas de identidad. En primer lugar porque a nadie se le puede imponer su identidad por Ley, ya que la identidad se forja en el día a día y por cada individuo con sus propias vivencias y experiencias, lo que para una persona pueden ser señas para otro pueden ser señales.

En segundo lugar porque intentan generalizar como referente para todos los valencianos lo que realmente son costumbres e incluso aficiones de cada persona. Yo puedo afirmar que conozco valencianos que en vez de paella (seña de identidad) prefieren la fideuà, y que no por ello dejan de ser valencianos o se deben someter a ese Tribunal de la Inquisición que ha montado el mediocre Conseller de Gobernación.

Como también podemos afirmar que hay miles de valencianos que les da pánico los bous al carrer (seña de identidad) y que en cambio adoran y practican eso tan valenciano como es l'esmorzaret y no por ello dejan de ser valencianos.

Pero bueno como todo este absurdo lo monta el PP para armar lío y decir que hacen algo (que es mucho decir), solo les queda destrozar l'Estatut d'Autonomia de los valencianos como pretenden, liquidar las instituciones de autogobierno y cerrar Les Corts.

En todo caso, para mí en estos momentos las señas de identidad de los valencianos deberian ser una mejor financiación, unos servicios públicos de calidad, unas infraestruturas de vanguardia, una capacidad innovadora e investigadora excelente y una educación pública de excelencia, así como por pedir podemos pedir un cambio de gobierno en el Consell con personas preparadas, honestas y que esten dispuestas a dejarse la piel por el pueblo valenciano como se merecen. En esa tarea se encuentra Ximo Puig y los socialistas valencianos.