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Arrabal, Dragó y el chinchón

En Alaska & Segura recuperan un momento grandioso de la televisión, no solo de TVE: reúnen de nuevo a Arrabal & Sánchez Dragó en un plató recordando la tertulia mítica de 1989 que el segundo presentaba. De El mundo por montera ha pervivido la noche dedicada al apocalipsis que Fernando Arrabal se tomó al pie de la letra. Hablar del milenarismo ya nunca será lo mismo.

Alaska, nerviosa ante el reto, empieza por intentar entrevistar a Fernando Arrabal, al que el público recibe como a una rock and roll star de la cultura, que lo es. Él habla de patafísicos, de viajar en el tiempo, de la teoría de la relatividad y la matemática de la confusión. Y ella procura en vano que se siente, cogiéndole incluso de la mano. En pie, Arrabal diserta a los asistentes sobre Niemeyer, Beckett, Houellebecq, Dalí, Picasso y Buñuel. No parece la tele, desde luego no la de este tiempo.

A Santiago Segura le toca volver a la mundana realidad preguntando al autor teatral: «¿Qué te habías tomado?» Arrabal explica la mucha sed que se pasa en televisión y que la culpa fue del chinchón. Sánchez Dragó aún no se explica de dónde sacaba las copas de licor anisado su invitado. Solo sabe que acabó en el hospital y no se desmayó en directo de milagro. Pero incluso aquí los dos escritores han venido a hablar de su libro. Dragó, de su odisea para escribir de Roldán y Arrabal, de un estreno teatral que le conduce a razonar la homosexualidad de Cervantes. Se acaba el tiempo y Alaska corta diciendo que hablar de amor y sodomía es un bonito final. Los dos intelectuales salen de nuevo por la puerta grande, abrazados, provocadores a sus 78 y 82 años. Ellos sabrán si han pactado con el diablo o con el chinchón.

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