Hace unos días se anunciaba la puesta en marcha del plan Pima-Adapta, por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Un conjunto de actuaciones que tienen como finalidad la adaptación a los efectos del cambio climático en el litoral español. No es el primer plan de lucha contra el cambio climático puesto en marcha en nuestro país. En 2006, se aprobó la Estrategia Española de Cambio Climático y en los últimos años se han desarrollado otros Planes de Impulso al Medio Ambiente con actuaciones para este fin. Uno tiene, no obstante, la sensación de que este tipo de medidas que se impulsan desde las administraciones para mitigar los efectos del cambio climático en España llevan un ritmo bastante lento. Y, como ocurre con otros asuntos de estado, cuando cambia el signo político del partido en el gobierno, sufren vaivenes, idas y venidas, que terminan dando la sensación de que no se hace nada o sus resultados no se ven. El plan Pima-Adapta reúne 46 actuaciones concretas en la costa española y en los parques nacionales para analizar la evolución del calentamiento climático y sus consecuencias. Hasta ahora, los planes aprobados en España para este tema han sido planes de reducción de emisiones o de promoción de energías limpias. Es un primer paso. Pero como hemos comentado ya en alguna ocasión, el cambio climático lo sufrirán los territorios y las personas que los habitan y es hora de comenzar a prepararlos para reducir sus efectos. Este es un plan para empezar a actuar en esa línea. Escama, sin embargo, que se apruebe ahora en año electoral, tras una legislatura en la que la acciones en relación con el cambio climático hayan estado relegadas a la nada, y que dedique una inversión pequeña. Como suele decirse en estos casos, vamos a ver...

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