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El súmmum

Mira que Podemos por estos contornos está armando la marimorena y, a cada paso que da o se espían entre ellos o se tiran los trastos a la cabeza y, en la refriega, alguno se desnuca. Pero, dentro de la expectación que su irrupción despertó, creo que lo que acaba de descubrirse en Orihuela supera todos los récords. El número 4 de la candidatura de los Pablo Iglesias and company a la Generalitat por la provincia de Alicante se ha visto forzado a solicitar la baja del pepé a todo meter puesto que aún figura como afiliado, además de ser el presidente de Participación Ciudadana Orihuela, conocida por PaCO. Yo no lo sabía pero, lógicamente, también me toca algo.

Como también militó en el PRO (Partido de Representación Oriolana) y en Compromís, Julio Alejandro Vicente Mateo, abogado incluso, ha dicho en defensa propia que es que él ha sido siempre una persona con muchas inquietudes. Ni que lo diga. Y se ve que muy inquieto. Tanto que el espectro conocido se le empieza a quedar corto. Dirán ustedes: hombre, lo normal es que la dirección de Podemos prescinda de él.

Primero, encontrar a la dirección no es fácil y, segundo, tampoco nos engañemos. Este es el perfil que encaja a la perfección en el guión manufacturado desde el laboratorio de la facu de Políticas de la Complutense en Somosaguas: a sus promotores no les interesa representar la izquierda de la izquierda ni la izquierda siquiera ni la derecha, sino ser de todos, así a lo bestia. De hecho, aunque se consideran republicanos, ayer no se dejaron ver por las manis del 14 de abril y, sin embargo, hoy sí tienen previsto acudir a la recepción de Felipe VI en Bruselas a la que no piensa ir la Izquierda Plural. En fin, que dentro del mantra, el candidato multiplataforma de la Vega encaja que da gusto. Vamos, ni hecho de encargo.

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