Las cooperativas agroalimentarias de la Comunitat Valenciana constituyen la columna vertebral de la producción agraria y comercializan más del 80 % de la producción vegetal. En el ámbito del cooperativismo agroalimentario español es, después de Andalucía, la que presenta un mayor volumen de facturación, superior a los dos mil millones de euros anuales. La cooperativa de segundo grado Anecoop es la primera cooperativa española en exportaciones de productos agrarios (de los más de 500 millones de euros de facturación exporta 350 millones).

No obstante lo anterior, la agricultura valenciana tiene que hacer frente a serias dificultades y desafíos, entre los que cabe destacar tres: 1) La volatilidad y evolución desfavorable de los precios en origen, que en los últimos 20 años han experimentado, en términos reales, una bajada superior al 40 %. 2) Una evolución desfavorable para los agricultores de la cadena de valor: si hace 50 años los precios al consumo eran un 50% superiores a los precios en origen, en la actualidad dichos precios son superiores en un 400 % a los precios en origen. 3) El tamaño medio de las explotaciones es extraordinariamente pequeño, lo que se traduce en una fuerte atomización de la oferta, frente a una espectacular concentración de la demanda mayorista, que no ha hecho más que crecer: en España, Francia o Alemania, las tres mayores firmas de distribución controlan el 45 % del mercado.

Lo anterior significa que los episodios de concentración empresarial que hasta ahora han realizado las cooperativas son insuficientes y que, por lo tanto, deben profundizar decididamente en el desarrollo de procesos de integración empresarial, que permitan racionalizar y ajustar costes de estructura que compensen el progresivo aumento de los costes de producción agrícola. Y así, conseguir el beneficio del agricultor.