TVE, la de todos, decide que para estrenar Acacias 38 y Seis hermanas, las series llamadas a salvar la audiencia vespertina en La 1, nada mejor que copiar a las privadas. Así que en vez de estrenarla a su hora, lo hacen a las diez de la noche, en horario estelar. Y no solo en la cadena que la albergará, sino también en La 2 y en TVE Internacional para Europa y África. Si la simultaneidad en las cadenas de Atresmedia le dio a Allí abajo un éxito de los que hacen época, raro es que no sumaran Teledeporte a la convocatoria. Será porque había resúmenes de Champions y el fútbol es sagrado.
Alguien en la cadena pública no tiene claro que si tiene sentido La 2 es precisamente para ofrecerle alternativas y dar cabida a contenidos no necesariamente del gusto mayoritario. Malas noticias para la minoría de la segunda cadena, condenada dos noches a sumar televidentes para su hermana mayor. Que lo haga Antena 3 con Nova y Neox no significa que sea correcto ni adecuado en un servicio público. Además, el truco ha fracasado en audiencia estrepitosamente.
En un momento delicado para RTVE y las televisiones públicas en general, una estrategia que solo piensa en el ranking de espectadores y no en la calidad y variedad de la oferta no ayuda en nada. Bajo ese prisma llamaron a filas a José Luis Moreno y su Alfombra Roja Palace ya ha caído.
El seguidismo de las modas televisivas también satura y en cuanto a gastronomía La 1 es el paradigma. Su enésimo programa culinario es Al punto, los domingos por la mañana. En el estreno, entrevista a Ferran Adriá y reportajes varios de productos, restaurantes y cocinas. ¿Otra vez? Por mucho que se empeñen es difícil encontrarle la variedad ni el gusto.
