Una lectura estratégica del potencial del patrimonio cultural es su integración en el sistema de espacios que garantizan la calidad de vida de la ciudadanía y el sentimiento de pertenencia a un determinado patrimonio (cultural). De este modo, además de consolidar la estructura patrimonial de cada lugar, garantizamos a los bienes una mayor protección y valorización. Nos referimos al sentimiento de pertenencia.

El patrimonio cultural tiene un papel fundamental como materia prima de uno de los sectores económicos más consolidados de nuestra economía: el turismo. Actúa como soporte y reclamo (el 70 % de los turistas del interior consumen patrimonio cultural). De partida, constituye un recurso económico, pero es sabido que «recurso no es producto», y un recurso no genera riqueza.

Una gestión activa del patrimonio cultural pasa por un esfuerzo de identificación de los componentes del sistema patrimonial del territorio valenciano. La identificación del patrimonio cultural es fundamental y es esencial un tratamiento estratégico donde es necesario una adecuada coordinación de las diferentes administraciones y de los agentes sociales, para generar una red de bienes estructurada y jerarquizada, donde la escala local-comarcal debe jugar un papel esencial. En definitiva, identificación y análisis, reconstrucción y rehabilitación, conservación, puesta en valor y restitución. Acciones recogidas en la normativa correspondiente.