Todos sabemos que la pirámide poblacional de nuestro territorio muestra un claro envejecimiento, pero lo que la gran mayoría de nosotros, los urbanitas, no sabemos es que el envejecimiento poblacional está acabando con una forma de vida ancestral que no queda tan lejana. Y es que los pueblos rurales de nuestras comarcas del interior se encuentran en una grave dinámica de pérdida de población, que ya está conduciendo a la despoblación casi completa de algunos de ellos en invierno. Y ustedes se preguntarán, ¿qué tiene esto que ver con la meteorología?, ¿qué papel tiene la meteorología con la pérdida de población?

Pues bien, las zonas de interior sufren las condiciones más recias de tiempo de nuestro entorno, de las que a los aficionados a la meteorología nos fascinan: con temporales de nieve, tormentas, pedriscos, heladas; pero que a su vez implican un sacrificio mayor para desarrollar los quehaceres diarios. No obstante, lo que la meteorología les quita en este aspecto también se lo puede devolver, ya que dichos fenómenos no despiertan únicamente la curiosidad de los aficionados a la meteorología, sino que muchas veces es el ciudadano de a pie el que va en busca de las nevadas y los fríos -aparte de la tranquilidad- de los pueblos de interior. Esto bien que lo saben los habitantes de poblaciones como Vilafranca, que durante el homenaje por los 100 años de observaciones meteorológicas en su población, mostraban su agradecimiento por este hecho a Ignasi Llopis, quien desde 1987 ha estado dando ininterrumpidamente los datos meteorológicos no solo a Aemet, sino a los medios de comunicación y redes sociales, con lo que su trabajo ha dado a conocer el nombre de Vilafranca más allá de su comarca o su provincia.

Desde la Associació Valenciana d´Aficionats a la Meteorología (AVAMET) conocemos muy bien esta doble faceta de la meteorología en las comarcas interiores, de hecho ambas motivaciones van unidas a la hora de escoger el lugar donde ubicar las estaciones meteorológicas. De hecho, ninguna de las once estaciones meteorológicas que hemos instalado, en los cuatro años que tenemos en funcionamiento la asociación, está ubicada en una población de más de 5000 habitantes. Todas ellas se encuentran en zonas rurales con alto riesgo de despoblación y, si me permiten, aprovecharemos para recordar todas y cada una de sus ubicaciones, para recomendarles que las visiten, puesto que; a parte de su fascinante meteorología, en todas se pueden encontrar rincones, parajes y gentes que valen mucho la pena. Por orden cronológico de instalación conozcan: La Vall d´Ebo, Titaguas, La Vall de Laguar-Benimaurell, Portell de Morella, Castell de Castells, Fageca, Forna, La Barraca d´Aigües Vives, Bocairent, Torás y Vistabella del Maestrat.

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