España tiene uno de los más altos porcentajes de divorcio en Europa: 61 de cada 100 matrimonios terminan en divorcio. Pero, según Time Magacine, España es también uno de los sitios donde existe más adulterio. No solo los hombres casados frecuentan las casas de putas, sino que también se lían con otras mujeres incluso con amigas de su esposa.

Hay como una desazón por la sexualidad nacida de la indoctrinación católica recibida que era muy estricta en la materia. Pero también en la Iglesia una cosa es la doctrina y otra la praxis. Los sacerdotes españoles frecuentan los prostíbulos más que sus colegas europeos y mantienen la costumbre de la barragana, una tradición española que suponía, y supone, que los curas tengan pareja fija y en casa, con el pretexto de que les atiendan domesticamente.

La situación mejora ultimamente con las parejas jóvenes, que no viven juntos, sino que cada uno lo hace con sus padres, dadas las dificultades de comprar o alquilar vivienda. Y además, los padres españoles aceptan que sus hijos traigan a sus novios o novias a dormir a casa.