Nada mejor para la jornada de reflexión que enviarnos a nosotros mismos Al rincón de pensar, como Risto Mejide nos recomienda desde esta semana en la medianoche de Antena 3. El publicista se ha sacado una novedad de la chistera para convencernos de que su nuevo programa no es Viajando con Chester sino otro diferente. Por eso, además de quedarnos sin el sofá Chesterfield, el entrevistador prescinde por primera vez de las gafas de sol y sus lentes se han vuelto transparentes.
Más allá de la metáfora personal, Risto ha dejado de necesitar el parapeto frente a los ojos para construir su personaje. Su éxito como comunicador en todos los frentes le avala de sobra y su marca como entrevistador ocupa todos los planos de la conversación. El escenario ahora es nuevo, pero la realización, los mensajes del presentador y el formato de entrevista son calcados a los que le dieron tan buen resultado con Chester en Cuatro.
La nueva etapa ha empezado con una digna respuesta de audiencia en esa franja de trasnochadores que domina Telecinco. Y empezó con un político del PP, Borja Sémper, un verso suelto que incluso publica poesía. Aunque Risto no consiente que los invitados vengan a hablar de su libro, discute y opina para forzar la conversación sin tópicos. Es loable que nos proponga pensar, aunque su oferta se arrincone en la madrugada. No defrauda a los que creemos que es un entrevistador notable, aunque se empeñe en buscarle la cara B a los Hombres G. Y lo que no puede ser, no puede ser. La banda de David Summers nunca se ha prodigado por el lado salvaje.
Pero si hoy usted prefiere no pensar mucho y ya tiene ganas de votar, no se aparte de la tele. Para eso inventaron Eurovisión.
