Más tiempo pasó TVE gestionando el desembarco de Ernesto Sáenz de Buruaga del que ha durado su programa en antena. Tres semanas han sido más que suficientes para demostrar que el periodista no era la solución a los problemas de comunicación del PP, aunque nadie podrá acusarle de no haberlo intentado. Sus preguntas eran más significativas que la mayoría de las respuestas. ¿Ha faltado piel? Eso debe preguntarse de nuevo Carlos Floriano ante el espejito mágico o la pantalla de plasma de la calle Génova.
Los pactos de gobierno y las alianzas van resolviendo los interrogantes y posibilidades planteados por los resultados electorales. En los informativos el repaso a las sumas de mayorías ha sido sección fija en todas las cadenas y la Comunidad Valenciana ha tenido una cuota de telediario protagonista, con Ximo Puig y Mònica Oltra como antagonistas íntimos. Ya se han instalado en la cartelera política nacional y el principio de la película anuncia una legislatura de emociones fuertes. El conflicto hace avanzar cualquier guión, pero los espectadores no necesitaban tanto en la escena inicial. Continuará... También continuará Rita Barberá en política, pero no en el ayuntamiento de Valencia. Su comparecencia de despedida se pudo ver en directo en webs informativas y ha sido noticia nacional, demostrando la trascendencia mediática y simbólica de la que ha sido alcaldesa 24 años. Si la cara es el espejo del alma, es evidente que se marcha muy enfadada, insistiendo en que aún no ha dicho su última palabra. Lo que está claro es que la penúltima, a su pesar, fue caloret.
PEDROCHE ES MORENA.
Disculpen la evidencia del titular pero ella misma, Cristina, reconoce que a veces se hace la rubia, aunque de tonta no tiene un pelo. Se lo contó a Risto Mejide en Al rincón de pensar. La presentadora más sexy defiende su vestido transparente de Nochevieja con la misma tranquilidad que se ríe de quienes la llaman gorda. Se nota que está muy por encima de eso y demuestra que su éxito en la tele e internet, se basa en algo más que en su físico. A todas luces, lo que le sobran no son michelines y sí va sobrada con su tres estrellas Michelin, David Muñoz, al que dedicó múltiples declaraciones de amor durante la entrevista.
No fue la mejor que ha hecho Risto, que en su nuevo programa no siempre consigue llevar invitados del máximo interés. Aunque, eso sí, nunca evita la pregunta incómoda y siempre mete baza. Al podemita Juan Carlos Monedero lo recibió a puerta gayola: «¿Cuál es la diferencia entre un intelectual y un pedante?» La respuesta fue buena, pero poco importa cuando la pregunta es una estocada.
