En julio de 2012, un incendio arrasó más de 500 hectáreas en la sierra de Mariola, en la provincia de Alicante. En ocasiones uno encuentra en una red social una entrevista sobre incendios forestales y encuentra un alma gemela. Jorge Mataix, profesor de Edafología de la Universidad Miguel Hernández de Elche, demuestra con base científica indiscutible cosas que muchos pensamos hace tiempo. Buena parte de este artículo está inspirado en entrevistas como la que ha concedido a Radio Alcoy. A veces, en un entorno como el mediterráneo, donde los meses más calurosos son también los más secos y donde muchas especies vegetales están adaptadas al fuego e incluso se aprovechan de él, parece difícil evitar los incendios forestales. De hecho, aunque suene extraño, los incendios forestales pequeños, en conatos, sirven para regenerar la vegetación mediterránea. ¿Cómo decir esto sin que le tomen a uno por iluminado o por pirómano? Pues hay que decirlo con cuidado, pero con claridad. El problema es que llevamos años obsesionados con la extinción y con la reforestación, y no con la gestión del monte, del espacio rural en su conjunto, en la que el fuego controlado estaba incluido. Ahora los incendios forestales ya no pueden ser pequeños, porque la cantidad de combustible acumulada es enorme y, encima, la interfaz urbano-forestal, el espacio de continuidad entre la urbanización del hombre y los espacios forestales, ha convertido un hecho natural en un potencial peligro para la vida de las personas y para sus pertenencias. Como dice Jorge, ¿qué sucede si la conselleria desoye tus consejos de no retirar la madera quemada de forma agresiva en un espacio con una capa de suelo ligera? Que el daño infringido es casi irreversible, peor que el del incendio en sí mismo. ¿Qué sucede si vas con tus especies de vivero a reforestar, y te encuentras con que el espacio en el que vas a actuar está teniendo una recuperación autónoma, en la que probablemente lo que debas hacer es quitar algunos brotes para evitar una vegetación demasiado espesa? ¿Para qué sirven los técnicos? Visto lo visto, para poco. Gestionar, prevenir no da dinero, extinguir y reforestar sí. Fallar en lo que sucede antes o durante el incendio es más o menos perdonable, fallar en la gestión posterior, cuando no es que no haya prisa, es que la prisa es contraproducente, no tiene perdón.