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TVE a la parrillla

La 1 de Televisión Española ha decidido ser a la cocina lo que Telecinco es a los realitys. No pasa una semana del final de MasterChef y ya están en ruta los Cocineros al volante, no sea que los espectadores gastronómicos hayan de refugiarse en Canal Cocina. Nadie podrá acusar a la cadena pública de no fomentar la cultura a través del estómago. Si hay un público joven gourmet al otro lado de la pantalla, pronto habrá una generación de chavales forofos de los hermanos Roca o Ferran Adrià que se sabrán de carrerilla los restaurantes tres estrellas Michelin como antes recitábamos alineaciones futboleras. Ojalá desbanquen a las hordas de ni-nis dispuestos a desnudar cuerpo y alma en otras cadenas. Que ahora haya niños soñando con MasterChef Junior es una buena noticia y un orgullo para sus familias, que ya no se extrañarán de una afición en la que, dentro y fuera de la tele, España es una potencia mundial.

Cocineros al volante insiste en la fórmula de concurso, jueces y eliminaciones, con la novedad de que presenta Paula Prendes, los fogones van sobre ruedas y dan la vuelta a España montando el espectáculo en cada etapa. ¿Esto aporta algo? Yo diría que no, que esta vuelta de tuerca rodante al concurso gastronómico no añade ningún interés especial al formato. La comida aquí es menos delicatessen, con cubertería de papel y adaptada a las estrecheces de los vehículos. Aunque eso sí, de nuevo nos plegamos a las modas norteamericanas apostando por food trucks en los que concursan muchos extranjeros y hasta las valencianas se disfrazan de pin up. Lo más castizo corre a cargo de Carlos Maldonado, el ya masterchef que se ha lanzado a la carretera con su padre para exprimir su éxito mediático. La audiencia dirá si es duradero.

El chef del mar. Lo que está claro ya es que por recetas no será. En la web de RTVE recopilan platos de diez programas, ¡diez!, emitidos por La 1. Eso sin contar los que se cuelan en el Telediario, España directo o Comando al sol. Y por si alguien aún no se ha empachado siguen reponiendo y estrenando programas sobre el tema.

La última novedad es El chef del mar, programa de Ángel León, un grande de la cocina marinera que realiza platos de autor en la cubierta de un pesquero sin marearse. En su debut, chistorra de pescado y chicharrones a base de piel de morena. Elitismo sibarita con hermosas imágenes de la costa guipuzcoana a vista de dron. El resto, más de lo mismo: visitas a Juan Mari Arzak, Andoni Luis Adúriz y otros comedores ilustres. Enhorabuena a los gastrónomos. En algún momento solo falta el señor Lobo de Pulp Fiction, hablando esta vez de chuparnos los dedos.

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