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Perdida sin cobertura

Me envía un SMS mi amiga Cristina Monfort „«sin cobertura en el Brosquil»„ y me quedó esperándola para ir a ver La vida sigue. Y me acuerdo cuando la presenté en el cine-club de Ciencias, entonces Físicas, Matemáticas o Químicas. Yo que no he sido catedrático „ ni falta que me hace„ me enseñoreaba de la tarima. Al fondo la pantalla y los hermanos Sebastián, proyectaban y cobraban. Yo disfrutaba como un enano. Y un día Fernando Fernán Gómez, me dijo «publícalo, eso que dices, nadie lo ha dicho» y me contó el avatar de su película. Ahora el filme se repone con honores estelares, no se lo pierdan. Se lo recuerdo a Emma Cohen que va a partir par al festival de Islantilla, donde Huelva pierde el nombre.

Cristina me hace imaginar las playas esas, fronterizas, donde a veces me perdía de niño, el Dosel, cerca del faro de Cullera. O donde iba con Tsaba Markovitz, el cantante de Budapest, que Vicent Vera y yo descubrimos en el conservatorio Bela Bartok y trajimos. Hay constancia de su paso por Aitana, grabada. Luego extendidos en la duna, a pleno sol, nos podía sorprender, como así sucedió, Olga Poliakov, con Agustín, preguntando si estaba libre?el sitio. «Sólo podías ser tú» dijo. Otro día iba con Manolo Blanco y todo el mundo hacía eses y mis amigas asombradas.

Iba con Vera, junto al director del Conservatoire de París, una eminencia, y dije «para, que hay un autoestopista». Por aquello de la ley de la hospitalidad le invitamos a comer, era hijo del dueño del golf de Moraira. Se llamaba Ralph. Me lo ha hecho evocar, de pronto, yendo en tren, un chico que juega a veces y enseña, en el golf de la Xara, La Sella. Iba a examinarse para profesor en Madrid. Volviendo a Ralph, quiso ver Valencia y Francesc Jarque le hizo fotos, en San Juan de la Cruz, por si los amigos no podían creérselo. Hubiera tenido éxito en Interviú.

Todo eso no es nada comparado con estar en Cullera, de niño, en un merendero y hacer amistad con un desconocido y ser el hijo de Ota Sik, el ministro de Economía de Ducek. ¿Quién da más? Había salido por piernas de su país. Venían detrás los tanques de Breznev.

Me suelo orientar muy bien, hasta en una isla con parque natural cerca de Drubovnik y acabé haciendo amistad con el mejor nadador, Holger. Yo hago amigos hasta si se llaman Viernes. Rafa Sena hizo las fotos y son muy buenas. No hizo en cambio ninguna foto del hijo del ministro de Economia de Bosnia-Herzegovina, Matias Popadic, sin perdón. Porque desapareció durante la guerra y me devolvían las cartas. En Newport, iba la festival de jazz „ya lo conté„ conocí a Scott C.Brown, luego senador. Y portada del Playgirl. Lo de andar perdido no es nuevo para mi, cuando en la isla de Mykonos me encontré a Dimitri Psito, cantante de ópera, in puribus naturalibus, y luego me paseaba en un descapotable rojo por Atenas, tenía un grave dilema: ser o no ser. ¿A quién elegir? Me decanté por el actor. Hace poco representaba Bacchae en Herodes ático: es Dionisos. Cuidado.

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