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Que se acabe ya

Agosto se ha empeñado en dar la razón a los que dicen que la tele es muy mala. Este verano no ha podido ser más cierta esa expresión castiza de los espectadores: «no dan nada», como los bancos. Ha sido un verano con muchos más fracasos que aciertos en la parrilla y sin ninguna sorpresa memorable. Tanto es así que las grandes cadenas están acelerando el final de sus engendros para librarse cuanto antes de ellos y dejar sitio a sus estrellas, series de éxito y programas de estreno. Mañana empieza septiembre en la pequeña pantalla y estamos deseando, solo en este caso, que llegue de una vez por todas y acabe ya el estío. Un deseo inconfesable como veraneantes pero inevitable como televidentes.

En Telecinco deben de tener prisa por pasaportar su reality veraniego de serie B y que vuelvan sus grandes éxitos a llenar toda la programación con apabullantes audiencias. Pasaporte a la isla no ha sido el único fiasco veraniego, porque Insuperables tampoco ha honrado su nombre entre los espectadores de La 1. Si así han sido las grandes apuestas mejor no incidir en las pequeñas. Tampoco ninguna serie de verano nos ha conquistado, como era previsible, pero sorprende el éxito de The Flash, con tan poco superhéroe. Antena 3 ha obtenido al menos el favor del respetable, también con el inmortal protagonista de Forever. En el país de los ciegos han reinado como dignísimos tuertos, muy por encima de los Invisibles de Telecinco y los policías de Chicago P.D. en TVE, dos series enviadas a las galeras de la madrugada a purgar su escaso seguimiento.

Ya mismo las repeticiones y los suplentes ceden su lugar habitual de privilegio a las novedades y los titulares. Vuelve Mariló Montero, tras algunas incertidumbres y un largo lapso, vuelve El hormiguero de Pablo Motos con Dani Rovira y más colaboradores, volverán en breve Adán y Eva a despelotarse en Cuatro y hasta Bertín Osborne ultima su regreso a TVE. El único que ha confirmado que no vuelve a El Programa de Ana Rosa es Màxim Huerta. Desde aquí le deseamos bon vent i barca nova.

CANAL 9. El regreso de RTVV es otro cantar. La voluntad de la nueva Generalitat de hacer la luz en la televisión autonómica se enreda vacilante en la realidad de un nudo gordiano. Lamentablemente es el PP quien tiene la hoja de ruta más clara tras matar la tele porque la consideraba suya. Bonig no consentirá ni la frustrante reapertura provisional y en falso del 9 de octubre sin denunciarla en el juzgado. Este arrebato legal de los autores del ERE fraudulento y el cierre más chapucero es un drama aunque parezca una comedia: Margaret Thatcher protagonizando El perro del hortelano.

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