Una vez más he tenido la suerte de trabajar en la docencia de un tema apasionante, los Riesgos Naturales, de los que el Máster en Planificación y Gestión de Riesgos Naturales del Instituto Interuniversitario de Geografía de la Universidad de Alicante es cada vez más un referente nacional. Los alumnos ejecutan un trabajo de Fin de Máster en el que vuelcan todos los conocimientos adquiridos en una aplicación concreta al territorio. No he tenido la oportunidad de leer todos los trabajos, aunque de todos ellos tengo buenas referencias, y sólo puedo citar aquí brevemente los que he tenido la suerte de evaluar. El trabajo de Joaquín Bort sobre los Riesgos Naturales en los campings de la provincia de Alicante resulta especialmente interesante por su aplicabilidad, y es casi obligado que vea la luz como trabajo de investigación, pero aun lo es más que trascienda a todos los agentes implicados. Zara Rovira también incide en el riesgo de inundaciones, centrándose especialmente en el municipio de Calpe, sobre todo en las inundaciones de 2007 y en la percepción del riesgo. Víctor Ruíz pone de manifiesto, en su estudio sobre las sequías en la Región de Murcia en los últimos 150 años, la necesidad de que se articulen medidas contra este riesgo de primera magnitud en el sudeste español, antes de que se superen determinados umbrales. José María Orellana también trata con brillantez el tema de las consecuencias territoriales asociadas a los cambios en la demanda de agua, a partir de la comparación entre la costa de Málaga y la Vega Baja de Alicante. Bárbara Selma y José Luis Sánchez siguen con algo que viene siendo ya una línea de investigación tradicional en este Máster, la determinación de peligrosidad, riesgo y vulnerabilidad de los incendios forestales, en el primer caso en la Sierra de Espadán y en el segundo en el Noroeste murciano, con una metodología y, sobre todo, con una cartografía de riesgo, de gran utilidad para las administraciones. No son trabajos teóricos, de gabinete, son estudios prácticos y aplicados, de los que no sólo espero una publicación científica, sino un aprovechamiento público, pero eso depende de que las administraciones responsables recojan el guante.