Podría ser hasta gracioso que varias cadenas de televisión se autoproclamen las más vistas en la noche electoral. No lo es tanto si una de ellas es La Televisión Pública, así con mayúsculas, la televisión que pagamos todos y a la que exigimos por tanto la máxima neutralidad, pluralidad, bla, bla, bla?
Los informativos de La 1 dejaron de ser referente informativo hace tiempo porque perdieron su principal baza, la credibilidad, y muchos los abandonaron. La audiencia parece ser más sabia de lo que algunos creen. Todavía debe escocer en Prado del Rey la paliza que le dio La Sexta en la cobertura de las elecciones autonómicas y municipales de mayo.
Este domingo intentaron competir a su manera y volvieron a perder con los tándems Vicente Vallés y Susanna Griso en Antena 3 y Antonio García-Ferreras y Ana Pastor en La Sexta. Lo más triste es que en lugar de callarse por lo menos, la tele pública alardea en una nota de haber liderado la oferta informativa en la jornada de las elecciones catalanas con el Telediario 2 presentado por Pedro Carreño. Para ganar a Antena 3 Noticias suma la audiencia del Canal 24 horas y si no cantara tanto, hubiera contado también la de Teledeporte.
Pero los que vieron los especiales de Antena 3 y la Sexta juntos doblaron a los de RTVE. (En realidad, como casi siempre, el informativo líder fue el de Telecinco y aunque bajó tres puntos de cuota de pantalla, lo más seguido en su franja fue GH: El Debate. Ellos van a lo suyo).
Los de Planeta se han mosqueado y rotulan sus programas con un «aunque TVE se atribuye el liderazgo, Atresmedia la superó en audiencia». Los espectadores asistimos un tanto perplejos a esta pelea, muy en sintonía con los resultados de las elecciones en las que siempre gana más de uno.
