El Real Madrid vuelve a salir premiado en televisión. Esta vez, con una de las seis licencias de la TDT que el Gobierno sacó a concurso. ¿Era preciso?, me pregunto. No piensen mal del todo y antes de acusarme de antimadridista paseen con el mando a distancia por los informativos deportivos nacionales. Yo diría que la oferta multicanal sobre el club blanco es capaz de saciar cualquier demanda, aunque a alguno le sepa a poco. Seguro que a Florentino Pérez le pasa y ha actuado en consecuencia. Al final tendrá razón Butragueño, que ya explicó a los mortales que el presidente del club de Chamartín es un ser superior.
Lineker sentenció que el fútbol es un deporte de once contra once en que siempre gana Alemania. No se refería a los despachos, donde se juegan otros partidos y los de la FIFA son quienes siempre ganan. Y en la tele española, desde luego, vence el Real Madrid, sea líder, colíder o mediopensionista. Una victoria que se ampliará mucho y que proporcionará 24 horas diarias de entretenimiento blanco y en calidad HD a los más merengues a partir del año que viene. Será por el interés general.
¿Celos, envidia? Me mueve más el hartazgo, como a otros futboleros que tienen su corazón lejos del Bernabéu. Viendo las teles de Madrid tengo la impresión de que no ha calado la noticia de que este año hay récord de equipos españoles en la Champions League. Lo comprobaremos sumando la cobertura en abierto de Antena 3 al acabar la competición o los minutos de tele dedicados al liderazgo del Villarreal en la Liga. La audiencia manda. El dinero también. Y la estadística dice que si enciendo la tele al azar lo más probable es encontrarme a Cristiano Ronaldo... o a Jorge Javier Vázquez.
