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Maite Mercado

Nanaísmo en televisión

Tenemos programa nuevo en la parrilla. Vuelve Sánchez Dragó a La 2 con Libros con Uasabi, apurando por si hubiera cambios en RTVE después de las elecciones. Tantas cosas se dijeron „dijo él, quiero decir„ en el espacio de producción externa en antena gracias a la «generosidad» de un banco y la «sensibilidad de los que dirigen TVE», que temo abusar de las comillas.

Su intención es hacer «algo más ágil, más fresco», pero Libros con Uasabi es tan similar al Negro sobre Blanco de su última etapa en La 2, hace más de diez años, que hasta la música de la cabecera de entonces es la de las transiciones ahora. Aquella «Todo está en los libros, todo está en los libros»?. Otro salón, otra decoración, otra mesa, aunque sin alfombra y con tres copresentadoras, las escritoras y periodistas Ayanta Barilli „su hija„, y Anna Grau, y la actriz María Pedroviejo, sus «sacerdotisas».

El escritor ha declarado que le gustaba más la tele de antes de la Transición. Por eso hace un programa que, excepto por la presencia femenina, bien pudiera ser de aquella época. Diferente a Pagina 2 de Óscar López que no profundiza, en palabras de Samuel Martín, director de Cultura y Sociedad de TVE.

La entrevista en penumbra a Milena Busquets por su También esto pasará recuerda a las de El Loco de la Colina. Para él, la primera pregunta del debate es de cajón: ¿sois peligrosas?, hablando de Las mujeres que leen son peligrosas. Opina él: «Los hombres se dan cuenta de que las mujeres son peligrosas el primer día en su adolescencia que ven pasar a una chica taconeando por la calle». No vemos las caras de las chicas ante tal afirmación en un programa tan culto, nanaísta para más señas. También para mí la pregunta es obvia: ¿es necesario que la televisión pública siga patrocinando a Sánchez Dragó?

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