Hay clásicos del cine y la televisión que nunca fallan en la vida de una. Cine de catástrofes, amor o humor. Depende del estado de ánimo focalizamos la atención hacia un género u otro, para tortura de quien me acompaña en las tardes de sofá. Un personaje femenino en cuestión me tiene atrapada desde que allá por 2001 llegara a mi vida. Les hablo de Bridget Jones. Sus despropósitos provocan en su vida un número indeterminado de catástrofes, la historia de amor que vive hace que nos compadezcamos de ella una y otra vez y el humor con el que lo afronta todo la convierte sin duda en la perfecta amiga con la que probablemente todo nos resbalaría. Y además, esta chica tan maja en cuya vida abunda el amor, el humor y la catástrofe es periodista (no podría haber elegido mejor la profesión). Las películas que protagoniza tienen todos los ingredientes para que nos encante a las chicas, risas, tintes rosas y, por supuesto, un moreno cañón... Moreno que, por cierto, va a ser sustituido en la tercera entrega de la peli. Porque sí, ha llegado el momento de dejar de ver repe este taquillazo de Hollywood. Once años después del estreno de su segunda parte, Bridget Jones volverá a los cines de todo el mundo igual de caótica que siempre, pero embaraza y con Patrick Dempsey como nuevo amor.
Tras abandonar Anatomía de Grey, el doctor más guapo del mundo mundial es ahora un morenazo seductor por el que bebe los vientos nuestra Bridget. Falta por saber si Patrick asumirá el rol de macizo roba corazones al estilo Hugh Grant, o por el contrario seguirá interpretando el papel de chico bueno con el que le conocimos como doctor del Seattle Grace, complicando todavía más la existencia de Bridget y demostrándole que los chicos buenos todavía existen.
