Salvo por la agresión al rector, ¿es peor que se produzca un alboroto como el registrado o que a la reunión del Círculo de Montevideo que tiene lugar en la uni alicantina no se hubiesen acercado ni cuatro gatos? En el supuesto de que a los estudiantes que alteraron las reflexiones de este conciliábulo de relumbrón lo que les inquiete sean las prestaciones que ofrece el recinto académico, ¿creen que el principal problema es que los empresarios penetren en él tal como rezaban sus proclamas?
Nunca una franja tan amplia de países había disfrutado de la vacuna democrática y, sin embargo, conforme avanza la mancha hasta cerca del 70 por ciento de los mismos, nunca el mejor sistema de los conocidos ha estado hasta las cachas en cuestión ni nunca tantos pensadores han empleado este porrón de horas en recordar que las otras vías son bastante peores. Ya, pero eso no es que satisfaga sobremanera ante la realidad de que el Estado del Bienestar se resquebraja y las diferencias entre los que más tienen y los que más precisan no hay quien las mengue. Sanguinetti puso como ejemplo el retroceso bestial que viene produciéndose en Brasil por mor de los sucesivos capítulos de corrupción, aunque reflejó que la buena noticia es que muchos de los tunantes están encerrados gracias a la libertad de expresión y a la independencia judicial. Algo es algo.
En octubre del 82, camino de su reinado, Felipe recorrió España prometiendo el saneamiento el sector público, la eficacia de la Administración, el fin de la duplicidad de sueldos de los parlamentarios y se tiró de los pelos porque pudiera pasarse del Consejo de Ministros al de una empresa. Ayer, antes del jaleo, otro perfil de estudiante, con mirada clavada en los ponentes y que quería inmortalizar a González, preguntaba «¿pero quién es?». Tampoco es fácil desentrañarlo.
