Antes que escritores mercenarios somos hombres honrados. Preferimos romper la pluma a vendernos a un partido determinado», escribía Peris Mencheta en la primera nota editorial de El Mercantil Valenciano el 2 de abril de 1872. Y ahí continúa el sucesor de esa histórica cabecera, Levante-EMV, más de 140 años después.
Una conferencia en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea que preside José Luis Rodríguez pronunciada ante casi 500 máximos representantes de la sociedad valenciana, permitió ayer a quien esto escribe, director del diario, renovar el voto de servicio a los ciudadanos en nombre de la empresa editora y de los 146 trabajadores del periódico.
Lo mismo que hace siglo y medio, cuando nació El Mercantil, la Comunitat Valenciana está hoy en pleno proceso de renovación social, económica, política y cultural, y Levante-EMV, como líder en difusión y audiencia en la autonomía, quiere continuar siendo útil en ese proceso de transformación.
Orgullosos de ser el periódico del casino de pueblo, queremos llevar la actualidad de cada día, de cada minuto, a los jóvenes, a los profesionales, a los nuevos movimientos sociales y culturales. Y queremos hacerlo en el formato que mejor se adapte a cada uno: el papel, el soporte digital para telefono, tableta, ordenador o lo que venga, pero siempre con la credibilidad de nuestra marca por la fiabilidad de sus contenidos, por la garantía que ofrece en medio de un ciberespacio lleno de ruido en el que cualquiera puede publicar y, por supuesto, desinformar.
Y Levante-EMV lo hace y lo hará desde la independencia que siempre ha mantenido. La distancia es incómoda y tiene su precio. Pero ser independientes no es ser neutrales. El diario no será neutral ante los problemas, los retos y las oportunidades que se presentan a la sociedad valenciana. Apoyaremos sin descanso las iniciativas para lograr un crecimiento sostenible que reduzca la insoportable lista de desempleados, así como todas las que contribuyan al progreso de la mayoría. Y nos situaremos frente a quienes traten de frenar las justas aspiraciones de una sociedad dinámica y solidaria que siempre ha sabido arreglárselas por sus propios medios para salir adelante. El periódico es la plaza del debate. Utilícenlo, por favor.
