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Seguridad "versus" agresión

La decisión de Hollande está muy bien para consumo interno, y le da un revestimiento de líder o de estadista, lo que a su menguada estatura y su desmedida vanidad le cuadra. Pero es una mala decisión a plazo medio y desastrosa a plazo largo, porque es insostenible y él lo sabe. Tras los sucesos lamentables de París, y no son los primeros, se imponía un refuerzo de la seguridad, no tanto a los ojos de los demás, como el análisis de la cadena lamentable de errores de seguimiento y previsión, en el plano nacional francés, así como en el de la Unión Europea, en la que fallan todas las conexiones. De ahí que Paul Krugman haya hablado de falta de unidad (y no de imprevisión, como tradujo El País sesgadamente el pasado domingo su artículo en The New York Times, que podíamos comparar en la edición europea para su escarnio).

Su arrogancia de mandar los aviones a bombardear no es menos fatal que la de Clinton en Etiopía, de la que se retiró chamuscado y dejó el caos detrás, o la de Bush padre en la guerra de Irak para defender lo indefendible en Kuwait y engrandecidos por la invasión llevada a cabo por Bush hijo, todavía peor, de la que vienen ahora todos o casi todos los males. Y en casi todos esos casos no hubo mandato de la ONU como no lo hay ahora. El juego de alianzas e intereses hizo saltar la balanza y rompió el equilibrio entre regímenes más o menos laicistas (Irak mismo y Siria) y los islamistas (Kuwait es integrista-waabita y Arabia Saudí no digamos, de ahí surgió Osama ben Laden a quien, bien sabemos, financiaba Reagan y para quien trabajaban los Bush como contratados) aumentando en todas partes las facciones de éstos, dándoles fuerzas a chiíes, Hezbolá, Al Qaeda y ahora EI, como explica Hamit Borzaslan en un número extra de L´Histoire.

El bombardeo por las bravas es primo de la intervención en Ucrania de Putin „otro que tal, que pesca en todos los frentes con la marejada„ y es hijo del ojo por ojo, que indica un fracaso de la política, mal revestida de justicia sin juicio ni ley, y deja en manos de mandos militares la prueba del 9. ¡A ver quién es más chulo y tiene más poder! Este acto conculca el derecho internacional de forma arbitraria y el Consejo de Seguridad debió reunirse y darle el alto.

Como éste, Hollande tiene otros ejemplos. Hace años, la desastrosa intervención francesa en el Chad, contra Gadafi, mientras Inglaterra o España negociaban con él. La más próxima en Nigeria, (a ver ¿dónde tienen a Boko Haram?) y, ya ven, el reciente atentado en Bamako. Como fue lamentable la intervención anglo-francesas contra Nasser. Y mientras, el papa Francisco en son de paz con un mensaje del que la muy católica Francia no hace ni caso.

Estamos apañados. Francia busca aliados. ¿Y a OTAN qué? Pues nos cuesta muchos millones, tiene bases en Turquía que están cerca de la zona. Y le prometemos a este país, cada vez más islamizado con Erdogan (mahometano ya era) 3.000 millones de euros, para que haga doble negocio (le compra petróleo al EI). Es un lío del que salen a la vez beneficiados los que venden armas (Rusia, España, Bélgica) y los que manejan los negocios de la emigración forzada (millones de desplazados y una cantinela ridícula sobre su acogida en cuentagotas). Francia era país de acogida y Suecia?ya no. Ahora Francia dedicará el dinero de educación y sanidad a armas, aviones y bombas. Gran avance socialista. Y seguridad toda, piden que se cree una Spectre (una CIA europea). Es para alarmarse por partida doble. La realidad copia la ficción en caricatura.

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