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Julio Monreal

Le Pen gobernaría en España

Las coaliciones de fuerzas no afines que algunos se empeñan en desacreditar en España han impedido a la ultraderecha francesa acceder a parte del poder regional

La sólida democracia francesa ha dado al mundo una lección de patriotismo que sería difícil reproducir en el todavía joven régimen constitucionalista español. La retirada de los candidatos socialistas y su petición de voto para la derecha moderada de Sarkozy han impedido que la ultraderecha de Marine Le Pen gobierne en seis de las trece regiones galas en las que se había impuesto en la primera vuelta de los comicios. Como se pronostica en la última novela de Michel Houellebecq «Sumisión», todos se unen para que no ganen los partidarios de medidas contra los inmigrantes, herederos directos del fascismo, aunque en las páginas del escritor más provocador del momento los beneficiados por la unión política son los islamistas, y no el centro derecha, como ha resultado tras las elecciones del domingo.

Con todo, un serio aviso sacude Francia y se extiende por Europa. El Frente Nacional de Le Pen ha obtenido un 30 por ciento de los votos, un respaldo superior al que según las encuestas conseguirán los distintos partidos que aspiran a gobernar en España a partir de este domingo. Desde que el Partido Popular ha asumido que no repetirá, ni de lejos, la mayoría absoluta que ahora tiene en el Congreso, sus principales líderes, empezando por Rajoy, vienen defendiendo que la formación que resulte más votada es la que debe dirigir el país, y se esfuerzan en desacreditar posibles coaliciones que no dudan en calificar de «contra natura» o antidemocráticas. Así las cosas, conviene subrayar que con su resultado del domingo el Frente Nacional francés gobernaría en España si los partidos democráticos no se movilizaran para evitarlo. Y si ha quedado fuera del poder en seis de las regiones galas que tenía al alcance de la mano es porque François Hollande y los socialistas han decidido renunciar a su representación durante años en esas regiones a cambio de un bien mayor, patriótico, de defensa de los derechos humanos y los valores democráticos. ¿Qué pasaría aquí?

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