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Maite Mercado

Réquiem

La Operación Taula bien pudiera convertirse en una serie como aquella magnífica Crematorio basada en la novela de Rafael Chirbes pero ahora con guion realizado a partir de lo publicado en este diario durante años. De momento, se despide de la parrilla la ficción histórica Carlos, Rey Emperador, que parecía tenerlo todo a su favor como continuación de Isabel. Sin embargo, no consiguió conectar con todos los que siguieron la vida de la reina encarnada por Michelle Jenner y La Primera ha ido acelerando su final emitiendo episodios de dos en dos. Lo hizo a finales de noviembre con la excusa de un parón navideño que resultaba excesivo. Volvió a hacerlo anteayer con el último capítulo «especial» que obligó a sus cerca de dos millones de seguidores a trasnochar como si estuvieran viendo algún maratoniano formato Gran Hermano.

Su estreno en septiembre, con demasiados personajes y escenarios, consiguió tres millones de espectadores pero no los mantuvo aunque la producción mejoró. Además, se anunció a bombo y platillo la participación de Blanca Suárez. Pero la actriz no apareció hasta el capítulo 8. Mientras, el joven emperador tenía un affaire con su abuelastra Germana de Foix, la que fuera Virreina de Valencia. Para fastidiar (a La Voz Kids), Antena 3 pasaba Mar de Plástico al lunes, con un Rodolfo Castro al que se echaba de menos en palacio. Ahora se anuncia en cines La Corona Partida que debía haber estrenado antes de Carlos puesto que empieza donde acabó Isabel. Un lío.

Finiquitada por la vía rápida como fracaso de audiencia, siempre en términos de competencia con las privadas, tanto a Isabel como a Carlos se le suponían otros méritos: divulgación histórica. Eso decían. Hoy solo importa la cuota de pantalla. Para algunos.

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