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La tierra es tuya

Bernie Sanders le pisa los talones a la muy abrigada y protegida Hillary Clinton gracias a que ha hecho suyo el principio Woody Guthrie, el primer maestro de Bob Dylan, que tuvo muchos, mayormente negros del ferrocarril y blancos del pub: «This land is your land». Mientras, en la vieja Inglaterra gobierna el laborismo, por primera vez en muchos años, un señor, Jeremy Corbyn, que sólo parece revolucionario comparado con Tony Blair, el que permitió que la City sorbiera todos los tuétanos de un gran país. Corbyn es más de derechas y pacífico que John Lennon, incluso antes de que el músico conociera a Tariq Alí. Un suave socialdemócrata de los que nos hacen mucha falta.

María Barranco, creo, era la que dijo aquello de que «el mundo islámico se ha portado muy mal conmigo». ¡Pues anda que el mundo capitalista que se ha entregado a toda clase de fechorías desde que presume de no tener alternativa! (aunque la negación es la mayor y mejor de las alternativas). Sin la presión de la amenaza el capitalismo se ha portado, en efecto, peor que un gremlin caído en la piscina harto de cazalla. Así pues, el socialista Pedro Sánchez ha aceptado intentarlo, lo que puede fortalecerle mucho, incluso sin éxito. El mayor riesgo ahora es la impaciencia de Podemos: no se trata de ser el primero en silbar la melodía, sino el primero en cantarla como los ángeles. Cualquier combinación que incluya, también, a Ciudadanos es plausible si sirve para un gobierno por dos años y para cambiar media docena de leyes aberrantes, la ley electoral y la de educación en primer lugar. Y la ley mordaza.

Paciencia. Esta temporada se llevan los pescadores de caña. Hay más de cuarenta millones de españoles más allá de las dos docenas de familias del Ibex con el culo abonado a todos los palcos. Esas familias sabotearon el puntero y creciente sector de las energías alternativas, mientras se le sigue buscando una conexión etarra a Pablo Iglesias cuando es del otro Iglesias, Julio, del que no conocemos ni el domicilio, pues aún no le hemos entregado la citación judicial. Prueben con el repartidor de pizzas.

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