Blanco y negro y rosa cuarzo (el color oficial del año) sobre la alfombra roja de los Goya. Y flores, muchas flores. Noche de pierna, cortes cut out, labios rojos, joyones y parejas de relumbrón: Dani Mateo y Elena Ballesteros en B/N; Macarena García, entre oriental y medieval con pedreria de Teresa Helbig y Aldo Comas con su estola de piel; Dani Rovira (de presentador) y Clara Lago (escote asimétrico verdiazul oscuro de George Obeika) por separado. Los Brangelina nacionales, Pe y Bardem; él esmoquin oscuro, ella Versace negro con destellos, clásico de red carpet. Posando juntos aquí al fin. Y la otra gran pareja: el Nobel Vargas Llosa y la socialité Isabel Preysler, con vestido de Naeem Kham. En negro y plata como la internacional Juliette Binoche, de Loewe, en un gesto hacia lo español.
Embarazada en azul Anne Igartiburu, fiel a Lorenzo Caprile, y embarazada en rojo Paula Ortiz. Plumas de ave en los hombros de María León, glamour hollywoodiense por parte de Juana Acosta, terciopelo burdeos con Úrsula Corberó, amarillo limón de Manuela Vellés y la primavera estallando en mariposas y flores en el vestido de Georges Obeika de Natalia de Molina. Inma Cuesta, con camisero blanco nupcial y detalles en negro, abría una serie de «novias: Belén Rueda de Rosa Clará, Aura Garrido y Amaia Salamanca, de Pronovias o Paz Vega, minimalismo CK. Bárbara Lennie en rosa cuarzo, como Cayetana Guillén Cuervo, con un profundo escote en V de Lorenzo Caprile. La modelo Nieves Álvarez, con escultural creación de Stéphane Rolland. Inclasificable, personal e intransferible Victoria Abril, de negro y amarillo y pelo afro. Ana Álvarez, de negro seguro Lorenzo Caprile. Marta Hazas, CH blanco, cola de caballo y escote halter. Leonor Watling y su print felino. Goya Toledo, de Carolina Herrera con trenzas; la veterana Luisa Gavasa, elegantísima con blusa y falda larga y Nerea Barros con gran escote en la espalda.
Entre ellos, esmoquin por mayoría, más arrisgados los de Asier Etxeandía, Hugo Silva, Jesús Casro o Antonio de la Torre. Excepciones Tim Robbins, de traje, y Oscar Jaenada, tan modrrno como personaje novelesco de época. Un Johnny Depp propio. Y una mención especial: Albert Rivera y hasta Pablo Iglesias, seguramente por primera vez en su vida, de etiqueta y con pajarita y Pedro Sánchez, en cambio, sin corbata. Un gesto hacia el cine español y un reto de Resines, explicó el líder de Podemos.
También moda valenciana. Por ejemplo, el vestido en seda salvaje de Adriana Iglesias que llevaba Miriam Bachir o el Miquel Suay de Marc Clotet. Ah, y Antonia Guzmán, abuela y protagonista de Daniel, 93 años, vestida por ella misma con ayuda de su hija «como hemos hecho la costura toda la vida».
