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Títeres y sacamuelas

La derecha española tiene muy mala relación con los cómicos desde mucho antes del No a la guerra. Desde que les negaba sepultura en lugar sagrado. Y ahora mismo, cuando dicta prisión incondicional contra dos titiriteros el día de la velada de los Goya ¿Detendrán a Antonio Banderas cuando interprete, otra vez, a un devoto guerrero musulmán por colaborar con el ISIS? Para eso esta la Ley Mordaza: la realidad ya es ficción. O telediario.

Desde sus orígenes obreros y lioneses que Guignol, armado con un tranca, la emprendía a garrotazos con gendarmes y jueces. Y los críos aplaudían a rabiar. A Pío Baroja, que era persona de orden, le encantaba Guignol, un personaje de tanto éxito que su nombre acabó por designar cualquier espectáculo de títeres, incluido el famoso programa de Canal Plus. Titiritero les suena a ráfaga de metralleta. Propongo que los huesos de Shakespeare sean objeto de un juicio de infamia por haber llenado sus obras de criminales, suicidas, maltratadores domésticos, adúlteros y regicidas, con tal saña que, cuatro siglos después, nos sigue infectando su pestilente influjo. Y acabar de una vez por todas con las películas de chinos karatecas, de Chuck Norris o de Quentin Tarantino. Por apología de la violencia.

Creo que lo que necesitan los dos actores de Títeres desde abajo es un crítico teatral, no una ración de galeras: no todo el mundo tiene el talento y la sutileza de Bambalina. Puede que los autores del guión sufran de empanada mental o de mala traza, lo que sería suficiente para retirarlos de la programación, no de la circulación. Eso si su trabajo es malo, que no lo sé, no les dejaron acabar la función. Prisión incondicional para dos titiriteros es mucho en un país en el que Bárcenas se pasea muy gallito, Jiménez Losantos invita, con desparpajo, a tirotear a los de Podemos y los consellers, concejales y ministros implicados en toda clase de saqueos son tan incontables como las arenas del mar. Guignol lo inventó un sacamuelas de mucho talento: entretenía a los críos mientras sus padres compraban hierbas y remedios. No se distraigan.

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