Creo que resulta necesario abordar las últimas previsiones del tiempo desde la más absoluta autocrítica. Llevo más de 15 años haciendo previsiones del tiempo en Radio Alcoy y estoy bastante satisfecho de cómo me ha ido, de la confianza que pueden haber depositado en mí una buena parte de los oyentes, aunque soy consciente también de que habrá muchos que no estarán satisfechos. Siempre he utilizado la previsión del tiempo como gancho para hablar de otras cosas que me interesan más y que me parecen más importantes: conocer el clima de mi municipio y mi comarca, la peculiar geografía que nos envuelve, y también comentar aspectos más generales de climatología y meteorología. Siempre he mantenido la idea que cuando se hace una previsión del tiempo se está haciendo futurología, con una base real y científica ya lo sé, pero se está hablando de tendencias, de posibilidades, de probabilidades, no de certezas, porque en las previsiones del tiempo las cosas no se cumplen hasta que no han pasado, y siempre hay margen de error. Todos los que nos dedicamos a esto, como aficionados o como profesión principal, sabemos que más allá de 72 horas la fiabilidad de las previsiones baja mucho, sobre todo si se trata de anunciar precipitaciones en una zona como la mediterránea, donde todo depende de que se den a la vez muchos factores, que siempre pueden fallar en el último momento. No obstante, no nos podemos resistir a anunciar a cinco días vista una posibilidad de lluvia o de nieve, aunque sepamos que puede deshacerse cuando falten sólo dos días, especialmente cuando se está en una situación tan grave de penuria hídrica y de aburrida estabilidad. El que siga las previsiones todos los días te verá corregir a tiempo y decir, a 24 horas vista, que toda esa posibilidad se ha deshecho, pero el que te escuchó cinco días antes se quedará con que has fallado, y tu credibilidad quedará por los suelos. La credibilidad en estas previsiones es necesaria para que te crean cuando comentas otras cosas que no son del futuro y, sobre todo, para que no crean que todo se ha deshecho por una extraña maniobra de manipulación del clima. Es sugerente anunciar grandes cosas a varios días vista pero, si queremos mantener la credibilidad, diferenciarnos de las horrorosas previsiones automáticas de internet y de las aplicaciones de los móviles, debemos ser más prudentes, y yo lo voy a intentar.

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